Mi camino hacia una colada más sostenible

Confieso que siempre he disfrutado del “momento colada”. Cuando era pequeña me lo pasaba pipa acompañando a mi madre y a mi abuela al río. Allí había un gran lavadero o pilón público donde se lavaba ropa a diario.

¡Tengo muy buenos recuerdos del pilón! yo jugaba rodeada de naturaleza mientras mi madre charlaba con las vecinas a la vez que lavaba la ropa. Es posible que los recuerdos de mi madre&abuela sean bastante distintos a los míos: lavar ropa en agua congelada en invierno, escurrirla a mano y llevarla a casa en una tina con el peso que eso supone ¡hace que cambie mucho la perspectiva del asunto!

gray and white textile on white front load washing machine

Con la llegada fulminante de la lavadora a nuestra casa se acabaron mis visitas al río y se abrió un nuevo mundo de posibilidades: adiós al Jabón Lagarto (era lo único que se usaba en las coladas en el río) y ¡hola! al pasillo de productos para lavadora del supermercado.

Años después, cuando me independicé, empecé a utilizar productos para la colada de forma indiscriminada, quería probarlo todo: un poquito de esto, una pizca de aquello que prometía limpiar tan bien y por supuesto ¡todos los olores de suavizante posible!

Desde la irrupción de la lavadora en casa de mis padres siempre se habían usado estos productos, así que por inercia yo seguí haciéndolo sin cuestionarlos hasta que escuché un “clic” en mi cabeza.

—La sostenibilidad en moda no es nada nuevo, es un concepto que empieza a sonar allá por los 90´s del pasado siglo, cuando grandes empresas de moda comienzan a introducir prácticas sostenibles en sus producciones, pero es a raíz de la tragedia de Rana Plaza en 2013, cuando se toma conciencia de la necesidad de una industria de la moda más sostenible.

Aunque en su momento no lo sabíamos, La Böcöque nace como una marca de ropa con planteamiento sostenible allá por 2014: desde el principio producíamos pequeñas ediciones limitadas que cosíamos nosotras mismas, nuestros diseños eran atemporales, contábamos con proveedores cercanos…. Fue en 2017 cuando tomamos conciencia plena de que nuestro territorio era el de la moda sostenible, y que este era el camino que queríamos seguir —

person holding bubbles

Tomar conciencia de todas estas ideas hizo que se encendiese una bombilla en mi cabeza: ¿por qué no aplicar éste planteamiento sostenible también a la colada? Era todo un reto: no sabía ni por dónde empezar y, como ya os he contado, había heredado un amplio compendio de fórmulas para hacer la colada… En aquel momento mi ropa habría dado positivo en un control de prendas por “exceso de producto”.

Empecé por la opción que tenía más a mano: la tienda ecológica del barrio. Allí conocí la marca Ecover cuyas composiciones están formuladas a base de plantas y son tan efectivas como los productos convencionales. Mi única pega fue que venía envasado en plástico y yo estaba buscando algo que además de ser genial con mis prendas también le evitase al planeta un envase más (luego descubrí que la marca tiene dispensadores en muchas tiendas, con los que puedes rellenar tu envase: una opción genial).

Consumir el menor número de envases de plástico se convirtió en una de mis prioridades.

En la segunda base de mi camino hacia una colada más sostenible volví al pilón: ahora al de mi piso. Es una forma genial para las prendas más delicadas, lavar a mano con pastilla de jabón ecológico. En esta etapa tomé conciencia además de que mucha ropa no necesita ser lavada tras un solo uso, a veces es suficiente con dejarla airear.

Descubrí las nueces de lavado en Esturirafi (nuestra tienda online favorita para comprar productos zero waste) un fruto que actúa como el jabón en contacto con el agua caliente. Con las nueces de lavado tenía la certeza de que aquello que se iba por el desagüe no afectaría para nada al mar ni a su ecosistema.

brown and black stones on white textile

Otro de mis productos favoritos para colada sostenible es el Jabón de Marsella en escamas, me encanta para todo tipo de coladas, desde la ropa más delicada hasta las coladas más rebeldes: son ecológicas, eficaces y biodegradables.

Para coladas blancas (sábanas, toalla, manteles….) empecé a utilizar percarbonato de sodio, un excelente quitamanchas ecológico que en contacto con el agua caliente actúa a las mil maravillas. A veces lo combino con los copos de jabón para conseguir un extra de limpieza.

white textile on gray wire clothes hanger

Tras un largo proceso de documentación llegué a la conclusión de que quizás el suavizante no estaba aportando gran cosa a mi colada ya que da suavidad y olor a la ropa pero no limpia. Además contiene muchísimas sustancias químicas que aunque estén reguladas y aprobadas para el uso doméstico, acaban en el que se ha convertido en el gran vertedero de nuestros tiempos: el océano. Por otro lado, hay muchos estudios que afirman que el uso de estos productos podría estar relacionado con la aparición de afecciones en la piel.

Dije bye-bye al suavizante, cuando quiero perfumar mi colada añado unas gotas de mi aceite esencial favorito al cajetín. Y si necesito aportar un plus de suavidad me decanto por el bicarbonato o un chorrito de vinagre en el cajetín ¿lo has probado? ¡Es fantástico!

Otro de mis cambios más significativos fue bajar los grados de mis coladas a menos de 30º ¿sabías que nuestras lavadoras producen un montón de emisiones contaminantes? y son además el principal foco de contaminación de nuestras costas por la cantidad de micro plásticos que se desprenden en los lavados.

selective focus photography of brown clothes clips hanged on green cable outdoor at daytime

 

Tras más de dos años he probado muchísimos productos para colada ecológicos y sostenibles y puedo afirmar que ¡no hay una fórmula única! Lo que me va bien a mí no tiene porqué funcionarte a ti, pero es genial salir de tu zona de confort y experimentar nuevas fórmulas que alarguen la vida de nuestra ropa y no dañen el medio ambiente.

¿Y tú? ¿has dado el paso hacia una colada más sostenible? Si es así ¡me encantará conocer tus trucos!

Si todavía no has probado espero que mi experiencia en este tiempo te ayude a reflexionar y sobretodo, te anime a probar nuevos métodos para cuiadar y lavar tu ropa.  Hacer la colada sin descuidar el bienestar del planeta es algo que merece la pena.

 

 

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